HISTORIA DEL CICLISMO IX

Aunque sin pedales, cadena y manillar, el celerífero puede considerarse el precursor de la bicicleta. El celerífero pasó a llamarse velocífero y después velocípedo. Con los velocípedos a cuestas (también de madera e impulsados directamente con los pies en el suelo) tuvieron lugar las primeras carreras allá en el año 1800. Unas carreras históricas, pero que no han dado a la posteridad ningún nombre de vencedor.
Veinte años más tarde aparecieron los primeros velocípedos a pedales. No llegaban a un metro de altura, pero pasaban de los treinta kilos de peso.

Publicar un comentario

0 Comentarios